29 de septiembre de 2012

Amaxofobia (II)

¡Kali,wapaaaa! Cuéntalo todo, te olvidas de que para todo eso tuviste una ayudita extra, ¡¡mentirosilla!! Copio tu mensajito, jejeje (quedamos en que teníamos libertad total, así que “copiopego” trocitos de tus correos, y tan ricamente…).

Enero, a finales.

<<[…] Pasé las primeras Navidades sola y sin niños, sin levantar cabeza. Tuve una semana horrible, tres bajones tremendos, hasta tengo lagunas de memoria. Una de las veces solo sé que cogí el autobús a las diez de la noche y no sé ni dónde me bajé. Lo siguiente que recuerdo es que me encontré deambulando por [xxxx] de madrugada, muerta de frío, en pleno enero y con el abrigo en la mano. A la tercera crisis, el día de Reyes, después de haber caminado durante horas hasta que se me hizo de noche en medio del campo, menos mal que pasó un chaval con la moto de cross y me indicó cómo llegar al pueblo más cercano. Por suerte llevaba 5 euros de reserva en un bolsillo y pude coger el autobús para volver. Fatal. Como comprenderás no podía seguir así, ¡ni siquiera comía nada sólido ya! Así que fui a la psiquiatra y me cambió la medicación, la de dormir, ahora es otro antidepresivo, a ver qué tal me va. <<

[…]

Marzo

>> Lo de perder el miedo a conducir, ¿sabes por qué creo que es? He mirado el prospecto de la medicación esa (normalmente no lo miro porque los efectos secundarios suelen acojonar al más valiente) y me he quedado flipada, pone que ayuda a superar situaciones de pánico, y eso es lo que yo sentía antes cuando cogía el coche… ¡Y no puede ser autosugestión porque no lo he sabido hasta ahora! ¿Pero sabes qué te digo? Todo el mundo está siempre con que es mejor aguantar sin pastillas, que son malísimas…. Pero yo solo sé que llevaba medio año hecha una mierda, por no hablar de los diez anteriores, con otra medicación que cada vez han tenido que aumentar más y más y sin efectos visibles. Y sin embargo, he notado un cambio espectacular desde enero, solo ha pasado un mes y solo ahora estoy empezando a ser persona y a hacer cosas normalmente, así que mira, mientras me las tenga que tomar las tomo y cuando sea el momento las dejaré de tomar y punto. Ahora no lo es. No voy a desaprender a conducir cuando deje de tomarlas, así que aprovecharé el tirón para lanzarme y atreverme cada vez más. ¡Si me ves no me conoces! Como había adelgazado tanto, me tuve que ir a las rebajas (las de [xxx] están tiradas!!) y aproveché y me compré vestidos, minifaldas, tacones… Pero de los altos, ¿¿eh?? De esos que se llevan ahora… Ya he perdido hasta la vergüenza de ir a la ofi así, mis amigas están flipando, ¡¡jajaja!! <<

[..]

Mayo
>>[…] ¿Recuerdas lo que te conté de las pastis de la noche? Bueno, pues dice la psiquiatra que para nada, que eso quita la ansiedad y que solo me lo dio porque es de ciclos de 24 horas, para que esté más estable, pero poco más. Que soy yo la que he decidido hacer las cosas y he perdido yo el miedo, y claro, que quitar la ansiedad ayuda… Supongo que eso es en definitiva el pánico o la fobia, un pico de ansiedad… Mira, chica, a mí me da igual, solo sé que lo que haya hecho en ese tiempo y haya mejorado, eso que saco en limpio. Nadie me lo va a quitar. Hasta estoy pensando en escribir un blog, pero no sé cuándo. ¡Estoy que no paro! Además cada vez tomo menos medicación, nada de ansiolíticos… Paso a paso se andará el camino, ¡aunque yo ahora corra! Te dejo que llevo dos días sin parar de currar y me voy a tomar un redbull, ¡que esta noche salgo sí o sí! O mejor dicho, ¡vuelo! Je, je, je- >>

Así que… al César lo que es del César.

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